El Moleskine y los viajes sin memoria

Como decía cuando hablaba de mí. Me encanta viajar, ya he navegado por los mares del sur tres veces y y cruzado el charco cinco. He ido tantas veces mis dos ciudades favoritas (aparte de Málaga claro) Roma y Barcelona que he perdido totalmente la cuenta y confundo unos viajes con otros. Toda una pena.
Recientemente mi madre y mi hermanilla me regalaron un Moleskine, un curioso cuarderno de notas que se puede abrir 180º sin que sufra el lomo (los amantes de los tebeos sabrán la importancia de esto), con marca-páginas y una goma que lo mantiene cerrado. ¡Súper útil! ¿ Como es que no lo habían inventado antes? Bueno, por lo visto, los fabricantes afirman que ya los usaban Picasso y Van Gogh entre otros… quiza le eche en falta un compartimento para albergar un mini lápiz de esos del Ikea.
Guiado por la pena de perder en el pozo del olvido parte de los recuerdos de los viajes, me he propuesto intentar rescatar en esta bitácora, los recuerdos de los viajes mas cercanos y plasmar los moleskines de viaje que use en el futuro. De hecho en breve pretendo ir otra vez a Roma a ver a los amigos… ya lo contaré.